viernes, 17 de enero de 2014

Un salto de cine. In memoriam.



De la tierra venimos, y a la tierra volveremos. Y en esta pirueta que siempre acaba donde empezó alcanzamos la inmortalidad. Cada bocanada de aire es una victoria contra la nada. Nuestras ilusiones, nuestros logros y nuestras derrotas, nuestras risas y lágrimas, son una rebelión irredenta donde la vida triunfa con el más radical de los argumentos: el sentido. Y en la cumbre de este sentido ... damos vida. Y en nuestra hora pasamos el testigo a otros, que seguiran con esa tarea que nos une a todos, los que fueron, los que son y los que serán: el milagro de la vida. Es todavía un misterio de donde sale esa fuerza vital, esa anomaĺía, esa improbable fluctuación, que hace que unas moléculas se auto-ordenen, y sean esa materia autoconsciente, autodirigida y con sentido que somos nosotros, los humanos con alma.

Se ha ido, nos ha pasado el testigo la madre de un compañero que durante tantos años, con sus anecdotas o comentarios que de muy en tanto en tanto nos llegaban de ella, formaba un parte más del tapíz de nuestra cotidianeidad. Se ha ido, supongo, a aquel sitio desde donde todas las almas nos miran, porque no alcanzo a concebir que una rebelión tan decidida contra el mundo material pueda acabar como el. Por la tierra caminamos. Pero en la tierra aterrizamos y de ella nos elevamos. Descanse en paz.